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LA ISLA

ESPACIO PÚBLICO Y COMEDOR COMUNITARIO

La Vega. Caracas, Venezuela
2018


Proyecto │ Incursiones
Equipo │ Josymar Rodríguez, María Valentina González, Stefan Gzyl.
AliadosAlimenta la Solidaridad, CAF, Embajada Suiza



El sitio es una alamenda en la cima de una colina con una vista que abarca gran parte de la ciudad. Tiene una longitud de 150 metros en paralelo a la vía principal que atraviesa todo el sector de La Vega, Municipio Libertador. Su importancia como espacio público es evidente en el hecho de que durante los últimos 25 años, todos los períodos gubernamentales han dejado alguna marca en el lugar. De hecho el bulevar podría describirse como una colección de intervenciones desconectadas que han tenido lugar durante un largo período de tiempo. Una de las más importantes es un tanque de agua abandonado, instalado por la municipalidad en 1993 luego de fuertes demandas de la comunidad. Sin embargo, al ser construido sin estudios de suelo resultó en un riesgo de deslizamiento por el peso del agua.

Fue junto al tanque que en 2017 Alimenta la Solidaridad instaló un comedor para niños, el cual opera a la intemperie en condiciones muy precarias. Al entrar al proyecto, se tuvieron varias reuniones con los vecinos para decidir el destino del tanque. A pesar de su inutilidad, los usuarios del espacio se sentían  fuertemente identificados y apegados al tanque. Luego de que un primer proyecto que contemplaba perforar el tanque fuese descartado, propusimos reemplazar este objeto sólido e  impenetrable por su opuesto, un vacío que mantuviera viva la memoria del lugar y que permitiera congregar a la gente viendo hacia adentro y no hacia afuera. Sobre este espacio de reunión se proyectó una estructura metálica sencilla en torno a la cual se dispusieron otros módulos: una nueva cocina y mesa, un área de juego y un corredor apergolado que conecta con la alameda, creando una conexión con lo que sería una segunda etapa de la intervención.

En paralelo al proyecto se organizó una serie de jornadas con CAF para movilizar tanto a residentes locales como a potenciales patrocinantes para la ejecución de la obra, realizando desde almuerzos hasta la limpieza del terreno la siembra de vegetación contra erosión en el talud. Luego de una serie de reuniones, se llegó al consenso entre las 57 familias cercanas al lugar para la ejecución de la obra. Actualmente el proyecto está detenido por falta de fondos.