El Covid-19 ha cambiado la manera en
que interactuamos, anulando el espacio público y obligando a la humanidad a
buscar nuevos espacios y formas de intercambio social. La pandemia también ha
expuesto vulnerabilidades y debilitado tejidos sociales en situaciones ya
frágiles. Los adultos mayores son una población que se ha visto particularmente
afectada y cuyo aislamiento prolongado está generando nuevos problemas. Para
este grupo, “volver a la calle” constituye un riesgo real. Un componente
central del desafío es construir ámbitos seguros para adultos mayores, que
minimicen el riesgo de contagio, permitan la interacción y reconstruyan redes
de cuidado y socialización que involucren nuevos contactos más allá de la
familia.
Á partir de esta premisa, el proyecto
propone bosques comunitarios para
adultos mayores empleando el método Miyawaki. Esta técnica, desarrollada
por el botánico japonés Akira Miyawaki, consiste en la siembra de bosques de
altísima densidad, rápido crecimiento y bajo mantenimiento en espacios
pequeños, introduciendo ecosistemas complejos en zonas urbanas. Empleando
especies nativas y basándose en procesos de competencia y comunidad propios de
la naturaleza, estos bosques crecen 10 veces más rápido y son 30 veces más
densos que un bosque natural, contribuyendo también al aumento de la
biodiversidad, la permeabilidad del suelo y la reducción de temperatura, ruido
y contaminación.
Nuestra propuesta contempla el
diseño, siembra, gestión y seguimiento de bosques
de bolsillo, al cuidado de equiposde adultos mayores, así como la generación de manuales y directrices adaptadas
al contexto de la pandemia y acompañamiento durante el primer año.
Los beneficios psicológicos, físicos
y sociales de la jardinería han sido ampliamente estudiados y son
particularmente importantes en este grupo etario. En el contexto de la
pandemia, cuando la auto-preservación ha adquirido especial relevancia, el
mantenimiento de espacios verdes atenúa los efectos negativos del aislamiento y
construye relaciones de cuidado en torno a algo más allá del individuo. El
desarrollo de nuevas relaciones sociales en un momento como el actual tendrá
repercusiones positivas más allá de la propuesta, lo cual es de particular
importancia en el contexto venezolano. El cuidado continuo que requiere el
bosque durante su etapa temprana lo convierte no solo en un espacio sino en un
proceso humano.